miércoles, 1 de abril de 2009

Sobre la necesidad de formación de nuestros Concejales.

Hoy, antes de comer, aunque ya eran casi las cuatro de la tarde, escuchaba en la radio unas declaraciones de Joan Laporta (sí, ese, el presidente del Fútbol Club Barcelona) en las que decía, refiriéndose a los candidatos para presidir el Real Madrid, que el Presidente de un Club es necesario que sepa de fútbol pero que no se crea que realmente sabe, que los que saben de verdad son sus técnicos, pues en caso contrario, corría el riesgo de quedar en rídiculo ante ellos.

El cargo de presidente de un club de fútbol ( en los que quedan que todavía no son sociedades anónimas) se parece en muchas cosas al cargo de alcalde y me recordó que esta afirmación podría trasladarse a los Ayuntamientos (¿estaré enfermo que hasta el fútbol me recuerda a los Ayuntamientos). No le quita mérito a estas declaraciones el hecho que en Cataluña, en muchas de sus entidades locales, ya se ha hecho en mayor medida que en el resto de España la necesaria diferenciación entre el político y el profesional, introduciendo en la línea intermedia la figura de los directivos profesionales que, a su vez, pretenden deslindar sus funciones de las de los políticos (que lejos estamos los demás).

Pero realmente, cuando decimos que los Concejales de nuestros Ayuntamientos precisan formación para el ejercicio de sus funciones, ¿a qué clase formación nos referimos, la que les prepararía como políticos o como profesionales de la administración local?

Así planteada la pregunta, parece evidente que la gran mayoría de las respuestas se decantarían mayoritariamente por la primera opción, pero no debemos olvidar que son los políticos los que toman (o asumen) as decisiones y en muchos casos, especialmente en ayuntamientos pequeños, sin el asesoramiento necesario (estoy pensando en aquéllos que tienen potestad para resolver, los Concejales Delegados de Área o Servicio). En esta línea la mayoría de acciones formativas específicas para Concejales y Alcaldes que se vienen convocando en los últimos años se dirigen a impartir conocimientos básicos sobre organización y funcionamiento municipal, haciendas locales, urbanismo, etc., pero supongo que no deben llegar más allá de que los Concejales o Alcaldes sin experiencia no se sientan perdidos en su Ayuntamiento con asuntos que resolver sobre los que no saben prácticamente nada.

En realidad quería incidir ahora no tanto en la necesidad de tener esos conocimientos que, por supuesto, son necesarios (le doy la razón a Laporta..., es que soy del Barça) sino de lo que deben saber como políticos, percibir las demandas de sus ciudadanos, valorarlas y jerarquizarlas. Y esto es ahora más necesario que nunca que se gobierna con las urgencias, dejándose llevar por la opinión pública (o publicada, como decía el ex-presidente Felipe González), que se toman decisiones por presión popular, especialmente en materias penales (comentarios valientes sobre esta cuestión he leido en el blog Dura Lex) por populismo, por las presiones de grupos más o menos organizados o por la "alarma social" de ese día o de ese mes.

Estos conocimientos que entiendo deberían disponer prioritariamente los políticos se contienen en una asignatura denominada "Análisis de Políticas Públicas" que puede encontrarse en estudios universitarios de Ciencias Políticas y se suelen incluir en algunos programas de oposiciones a plazas de funcionarios públicos.

Políticas públicas se pueden definir, siguiendo a Tamayo Sáez (no confundir a este profesor universitario con los diputados de la Asamblea de Madrid Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez) como el "conjunto de objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobierno para solucionar los problemas que en un momento determinado los ciudadanos y el propio gobierno consideran prioritarios." Y el proceso o ciclo de construcción de las políticas públicas comprende las siguientes fases:
1. Identificación y definición del problema.
2. Formulación de las alternativas de solución.
3. Adopción de una alternativa.
4. Implantación de la alternativa seleccionada.
5. Evaluación de los resultados obtenidos.

De sentido común, ¿verdad?. La referencia en esta materia es Joan Subirats, con varias publicaciones al respecto (alguna publicada por el INAP).

Recuerdo también un pequeño libro, "Manual para el liderazgo local" de Antoni Biarnés, muy recomendable desde los dos puntos de vista, conocimientos básicos sobre asuntos municipales y algunas ideas para dirigir un ayuntamiento.

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