martes, 24 de marzo de 2009

Corrupción en los Ayuntamientos

Verdaderamente preocupante parece el incremento de los casos de corrupción en los Ayuntamientos, o al menos, el número de los que trascienden a los medios de comunicación.
Pienso que el asunto "estrella" fue el Ayuntamiento de Marbella, ejemplo paradigmático no sólo de corrupción, sino de estructura creada específicamente para eludir todos los controles, especialmente la fiscalización previa por la Intervención, mediante la creación de varias sociedades municipales que mediante encomienda de gestión u otras fórmulas (esto lo desconozco) asumían las competencias municipales en las áreas de gobierno correspondiente.

Pero ¿realmente han aumentado últimamente los casos de corrupción en los Ayuntamientos? o ¿la persecución policial y judicial (o su eficacia) es mayor?
La respuesta a la primera pregunta es que no, su aumento estoy seguro que no ha sido significativo. En cuanto a la segunda pregunta, quiero pensar que hay más o mejores medios para perseguir la corrupción.

De todos modos la tolerancia de la corrupción por parte de los ciudadanos es mucho mayor de lo que podemos pensar y voy a señalar algunos datos que me permiten afirmarlo:
  1. Los resultados electorales en los Ayuntamientos no suelen variar en gran medida, siempre y cuando el político corrupto haya reforzado suficientemente su red clientelar, tenga un número amplio de electores agradecidos. Si aumentará el índice de abstención (aunque esta tendencia existe, aun sin aflorar casos de corrupción). No hay más que ver el número de vecinos que jalean y apoyan a los políticos cuando los detienen (al menos al principio).
  2. Las pequeñas corruptelas están muy enraizadas en la cultura administrativa y por ejemplo un buen número de profesionales o empresarios de diversos sectores económicos o empresariales son conocedores cuando no partícipes o autores de los delitos relacionados con la corrupción (cohecho, tráfico de influencia, etc.) y no lo destapan porque se encuentran inmersos en el sistema, "esto funciona así...". El empleado municipal puede sospecharlo, intuirlo, incluso conocerlo con certeza, pero lo normal es que no tenga pruebas de la existencia de dichos delitos (en otro caso, hay que ir a la fiscalía, por supuesto), eso salvo los cómplices o autores de los mismos, que haberlos hay tantos como políticos. No debemos caer en el error que los políticos son una rara avis, son reflejo de nuestra sociedad. Y también el ciudadano suele pedir al político con mucha frecuencia que haga "trampillas" para solucionarle un pequeño problema (una multa de tráfico, la admisión en un curso o centro, una ayuda de emergencia,...) y no suelen entender que el político les diga que no puede hacer nada, que es contrario a las normas.
  3. Los partidos políticos no actúan decididamente en contra de los casos de corrupción de sus cargos públicos tal vez pensando en lo que pueda afectar a sus resultados electorales, tal vez por complicidad (amistad) personal o corporativismo, o incluso por otros motivos... (¿financiación ilegal? ¿participación en beneficios?)
Creo que la situación se va a complicar más en los próximos años y las normas y las prácticas en materia contratación, selección de personal (tal vez debería decir provisión de puestos), haciendas locales.., no parece que vayan a solucionar las cosas: contratos menores o procedimientos negociados de importes muy elevados, incremento de puestos de libre designación, creación de organismos privados para gestión de asuntos públicos (sociedades mercantiles o fundaciones), etc.

Sólo la profundización en la democracia, un avance en la real participación de los ciudadanos en los asuntos públicos puede suponer un freno a la corrupción pero claro, a quién le interesa estas cosas: la gobernanza, la transparencia... Y esto sin dejar de lado que algunos procesos de participación ciudadana son bastante frustrantes: particulares o entidades ciudadanas que únicamente pretenden resolver sus problemas particulares o sus necesidades más cercanas pero bueno, por algo se empieza. Hay que educar en la participación, el ciudadano debe saber que si participa puede conseguir algo positivo.

Tampoco les interesa demasiado a la mayoría de los empleados públicos que en los mejores casos piensan para qué o por qué van a empujar del carro en una dirección opuesta a la que sus dirigentes pretenden y que los ciudadanos ni siquiera piden: Bueno, y ¿a nosotros quien nos motiva? Aunque este ya es otro tema.


7 comentarios:

  1. Hoy mismo leía en el blog de Sevach una atinada opinión del profesor Alejandro Nieto que decía:
    « El Gobierno es el primer interesado en que la corrupción no sea perseguida y sus motivos tiene: porque si la corrupción, por definición, está cometida por quienes ocupan el poder, habría de terminar respondiendo él y, por ende, es inevitable que cabalmente desde el Poder se intente ocultarla y, llegado el caso, esquivar el castigo. Si el Gobierno actuase con energía, terminaría cortando su propia carne: lo que no hará nunca»

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  2. Me parece un artículo genial, que describe la realidad de una sociedad. Pero lo peor de todo es que la corrupción se está convirtiendo en una forma de vivir y en una forma de relacionarnos con los demás. Porque esas pequeñas triquiñuelas que utilizamos y a las que nos sometemos en la cotidianidad de nuestra vida son, a fin de cuentas, las raíces que va echando la corrupción (aunque no podamos definirlas como tal).

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  3. En el diario El Pais de 27 de marzo se publica un artículo de opinión de VÍCTOR LAPUENTE GINÉ titulado "¿Por qué hay tanta corrupción en España? La principal causa de los escándalos es el alto número de cargos de designación política en las instituciones nacionales, autonómicas y locales. Son redes clientelares que viven de que su partido gane las elecciones."
    En este artículo se mantiene, entre otras cosas, que la relación entre cultura-corrupción no va en esta dirección sino en la opuesta: los países desarrollan "malas" culturas -o culturas donde predomina la desconfianza social- como consecuencia de unos elevados niveles de corrupción.

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  4. Creo que el artículo es muy válido, en cuanto describe una relación político-social real. Pero no es la corrupción en si el problema.

    Comparto con Rosa Cobos "son las raices que van echando" em problema de una situación social que no se quiere ver: Si existen estas relaciones clientelares, es que tenemos una sociedad corrupta, no solo Instituciones y partidos corruptos..

    Saludos!

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  5. Gracias, Gustavo. Probablemente la mayoría de nosotros no tenemos la valentía de enfrentarnos a esta situación, pues el que se separa de la línea mayoritaria provoca recelos por parte de los demás, que le complicarán la vida, le acusarán de buscar protagonismo o calificativos similares. Y tal como están las cosas en la Administración Pública puede suponer incluso un grave inconveniente en la provisión de puestos de trabajo.

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  6. Complejo asunto que aparentemente y aunque nos pese sólo nos interesa a unos cuantos. El resto, como he repetido un millón de veces, está más interesado en el fútbol, en el tenis y ahora en la formula 1. Como comenta Rosa Cobos habría que partir de la base, de la raiz intrínseca de la corrupción: mientras existan las personas puede haber corrupción. Esto es porque no hay peronas impolutas. Hace falta educación, educación social para cortar de raiz un aspecto en el que se admira al que roba y donde la propia televisión (basura) por ejemplo mediatiza y vanagloria a personajes lamentables. Es, en definitiva un problema social.
    Genial blog...pasa a mis favoritos.

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  7. Yo creo que este asunto de la corrupción, por lo que vengo observando y soportando, es como el "cancer" pero mientras esta es una penosa enfermedad, lo otro es un robo a la sociedad, por parte de unos indeseables. la corrupción yo lo afirmo va creciendo día a día y me dá la sensación de que esto no tiene fin.¿ Alguien puede explicarme por que Alcaldes, concejales, asesores y técnicos del pueblo más pequeño se pueden hacer ricos y por que parece que no hay manera de detener esto? Uno de los problemas es que la política municipal parece haberse convertido en una fábrica de hacer millonarios a unos cuantos. Ya no solo son indeseables, tambien sinverguenzas y unos chorizos.

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